Turrón, besos, polvorones, abrazos, roscón, achuchones, más polvorones... Aunque la película decía que era noviembre… ¿No os parece que es diciembre el mes más dulce de todos?

Para algunos maravilloso, para otros empalagoso... lo que no se puede negar es que diciembre es un mes de los que dejan huella, ya sea por el villancico que suena a todas horas y no logras quitarte de la cabeza, por esas calles deslumbrantes que te teletransportan o por las excusas perfectas para reencontrarte con tu gente.

Hay dos tipos de personas: las que adoran diciembre y las que sienten sarpullidos solo de pensar en ello. ¿Tú de cuál eres? Definitivamente, a nosotros, NOS MOLA DICIEMBRE.

Y como aún estamos conociéndonos, aprovechamos la dulzura de este mes para contaros nuestro Top 10 de diciembre:

10

Desayunar roscón el día de Reyes es maravilloso, aunque como aún estamos en diciembre, lo ponemos en el 10. Peeeero ya podemos encontrarlo durante este mes y ¡me chifla! ¿A qué peque no le encanta buscar su sorpresa? ¿Y qué mayor no está deseando que le toque a otro el haba? A los bebés se les cae la baba al mirarlo y, ¡buena noticia!, si no es de los que tienen almendritas, pueden probarlo a partir de los 9 meses.

9

Las funciones. Diciembre es el mes de las actuaciones. En el cole, en las actividades extra escolares, con los amigos, en familia… Ya que hay tantas reuniones, es el mes perfecto para que los más pequeños dejen correr su imaginación y nos sorprendan a todos con su talento! (Y si algún animado de los mayores les acompaña, ¡mucho mejor!).

8

Envolver regalos. Da igual que sea el regalazo del año o el detalle más insignificante… ¡que la ilusión de abrir un regalo envuelto bonito es total! ¿A que no soy ni la primera ni la última que hasta se ha auto-envuelto regalos para ponerlos junto al árbol? Seguro que de peque era de las que se emocionaban más con el papel que con el regalo en sí… (porque, ¡mira que dan juego los envoltorios con los niños!).

7

La sensación de pesadez en los pies de tantas mantas que tienes encima (pero estás tan calentito, que dejarías que se te durmieran antes que moverte y dejar que se cuele el frío).

6

Los polvorones de limón. Sí, hasta para eso nos encanta el amarillo. Y lo mejor de todo… no sé si pasará también en vuestra casa, pero en la mía es de los que menos gustan, así que ¡nunca se acaban! 

5

El amigo invisible. Siempre me ha encantado pensar y buscar regalos para los demás. ¡Me encantan las sorpresas! Y la ilusión de intentar averiguar a quién le has tocado, es de esas cosas que no se pasan con los años!

4

Los santos inocentes. Desde pequeñas, mi hermana y yo ideábamos alguna broma para este día, aunque casi siempre nos acabasen pillando. ¡Un día genial y divertidísimo si se pasa con niños!

3

Calendarios de adviento handmade. Solo el hecho de pensar en mini sorpresas para todos los días de un mes, ya me parece maravilloso. ¡Imaginación al poder! Se pueden hacer muchísimas cosas, y si se hacen a mano, muchísimo mejor. Mensajes, dibujos, canciones… Y de nuevo, si participan los niños, ¡chute de energía asegurado para todo el mes!

2

Las luces. Derroches a parte, las ciudades se vuelven requetebonitas en navidad!!! Qué genial es poder encontrar ambientes bucólicos allá donde vayas en diciembre.

1

Los reencuentros. Sí, los anuncios del Almendro nos llegaron. Somos de los que volvemos a casa por Navidad. Lo único bueno de vivir lejos de los tuyos es poder reencontrarte con ellos y sentir que no ha pasado el tiempo.